** Este lunes se registrò un nuevo éxodo masivo de ciudadanos venezolanos que, con maletas y lo que pueden cargar en sus brazos, se han movilizado hasta la frontera con Colombia.
El temor por los efectos de la Asamblea Nacional Constituyente, que tendrá lugar el próximo domingo, se siente en la frontera con Colombia.
Más de 2.000 personas procedentes de distintos estados de Venezuela aguardan a la intemperie en las afueras del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), en San Antonio del Táchira. Esperan allí para sellar en su pasaporte la salida del país y proceder a ingresar a Colombia a través del Puente Internacional Simón Bolívar que comunica a ambas naciones.
Con cara de cansancio, desesperación y hambre, los venezolanos, en su mayoría jóvenes y familias completas con niños en brazos, aguardan entre tres a cinco horas esperando su turno para sellar el documento migratorio y formalizar la entrada a Colombia.
Una vez logrado el cometido (sellar la salida) las personas se agrupan en inmensas filas que se asemejan a las que se formaron hace aproximadamente un año (13 agosto de 2016), cuando se reabrió el paso por la frontera que había sido cerrada por decreto del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
“Nunca en mi vida había visto tanta gente junta con intenciones de salir del país. Nada se compara con esta migración. Ya no son filas de personas, esto se ha convertido en una concentración a cielo abierto para sellar pasaportes”, dijo Carlos Chacón, concejal del municipio Bolívar, fronterizo con el departamento Norte de Santander.
“Una cosa es dormir y sentarse sobre las maletas en espera del turno para formalizar la salida de Venezuela, y otra muy distinta llegar al puente internacional en donde se pierde el orden, la disciplina y solo se ve angustia por querer cruzar la línea imaginaria que separa a Venezuela de Colombia”, comentó el concejal.
De acuerdo con el funcionario, la gente que está saliendo no va solo a comprar comida (porque para eso no se necesita pasaporte sellado). “Las personas que están allí se van de Venezuela, y no precisamente de vacaciones. La gente está desesperada por salir del país”, explicó.
A lo largo de la avenida Venezuela de la población de San Antonio, a pocos metros del puente internacional, la proliferación de agencias de viajes que venden boletos terrestres con destino a Colombia, Perú, Ecuador, Chile y hasta Argentina, evidencia la demanda de venezolanos que salen para no volver.